Devocionales

¡Bienvenidos al espacio donde encontrarás los Devocionales del autor, Fernando Alexis Jiménez!  Una oportunidad para crecer diariamente en la experiencia relacional con nuestro amado Dios y Padre, con el cónyuge y con los hijos. 

Nuestra vida a veces, parece que se convierte en un desierto. El único que puede transformar esas condiciones, es Dios mismo, por su infinita gracia.

Puede que su pasado haya estado signado por todos los errores imaginables. Le atormentan hoy. Pues bien, cuando usted se acoge al amor y la misericordia del Padre, sus pecados son borrados y le abre las puertas para emprender una nueva vida


Tratar con las personas difíciles no es fácil. Es una de las situaciones recurrentes en nuestra cotidianidad, a la que debemos hacer frente Es importante manejar la situación conforme a las Escrituras.

Las dificultades salen a nuestro paso. Así no lo queramos. Son inevitables. La clave, como aprendemos en las Escrituras, estriba en depositar nuestra confianza en Dios y no permitir que esas circunstancias adversas nos arrastren.

Las tentaciones tocan a nuestra puerta. Siempre. A veces, cuando menos lo esperamos. La única forma de vencer, es desarrollando intimidad con Dios. Su poder, nos hace victoriosos.

Los desiertos de la vida son inevitables. Nos referimos a los momentos difíciles. Esos que nos roban la paz interior. Es posible florecer en las dificultades, cuando dependemos de Dios.

Jamás podremos alcanzar a dimensionar lo valiosos que somos para Dios. De tal manera nos ha amado, que Su Hijo Jesús murió en la cruz--expresión de la gracia divina--para perdonar nuestros pecados y una nueva vida.

Dios tiene su propio tiempo y su propia forma de obrar en cada una de las circunstancias de nuestra vida. El secreto radica en depender de Él y permitir que nos guía en cada uno de nuestros pasos.

Un error común en el que solemos incurrir los padres, es el de preferir a un hijo. Eso genera divisiones al interior de la vida familiar, resentimientos y, al final del día, nos pasará cuenta de cobro. 

Debemos pedir a Dios el Padre que nos conceda sabiduría para edificar a los hijos.

En la cotidianidad, muchas cosas nos atan. Los hábitos destructivos, no saber gestionar nuestras emociones, caminar en nuestras fuerzas y no dependiendo de Dios.

La lista puede ser muy extensa. Solo usted la conoce.

Hoy es el día para comenzar el proceso de cambio, con ayuda de Dios.

La transformación en nuestra vida familiar, comienza con su propia decisión de revisar los errores y reemprender una existencia distinta, prendidos de la mano de Dios.

Los cambios y crecimiento en nuestro ser, son dos elementos que no se producen como consecuencia de nuestros esfuerzos. Son importantes, es cierto, pero quien hace la obra perfecta, por Su gracia, es el Señor.